Día 7
Hicimos una comida rápida en la tercera playa ( spaguettis con camarones ) y fuimos a recoger los bártulos de la habitación, a las 4 y media de la tarde salía el catamarán y llegamos justitos justitos a pillarlo.
Dejamos Morro de Sao Paulo con gran añoranza, habíamos estado pocos días pero los habíamos vivido con tanta intensidad que nunca olvidaríamos la esencia de aquella isla.
Otra vez las vomiteras de la peña como protagonistas del viaje, y yo tan pancha contemplando el atardecer desde cubierta, y con un tremendo mosqueo por no poder utilizar mi cámara, que me la había comprado hacía dos meses y por culpa del colegón bahiano de los madrileños se me cayó la noche anterior y se me jodió.
De nuevo en Salvador fuimos a buscar nuestro hotel, esta vez el Tropical da Bahía, mucho mejor situado que el Sol Marina Victoria, pero con un servicio malo no, malísimo.
Llegamos ya casi de noche, echamos una siestecilla de media horilla, luego un duchazo y de nuevo a recorrer calles bahianas, en nuestra última noche, con nuestros amigos madrileños y el bahiano, que cada vez lo aguantábamos menos, el tío era lo más cansino del mundo, y a nosotras nos provocaba con tonterías, y porque al día siguiente ya nos íbamos que si no no se que hubiera pasado, qué pesadilla de hombreeeeeee...
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Después de otra noche sin dormir, vino otra mañana playera, pero esta vez más echas polvo debido a la falta de horas de sueño!!! Pero como hoy ya regresábamos para Salvador otra vez pues de dormir nada de nada, a aprovechar la mañanita!!
El sol picaba de lo lindo, y la arena quemaba que era la ostia, menos mal que habían unos isleños que se dedicaban a mojar la arena con unas regaderas para no quemarnos los pies, qué majos!!!
La mañana la pasamos dando rulos de playa en playa porque si nos estirábamos en la hamaca, como no había ni una sola a la sombra, corríamos el peligro de sobarnos y despertarnos con la piel torrada.
El sol picaba de lo lindo, y la arena quemaba que era la ostia, menos mal que habían unos isleños que se dedicaban a mojar la arena con unas regaderas para no quemarnos los pies, qué majos!!!
La mañana la pasamos dando rulos de playa en playa porque si nos estirábamos en la hamaca, como no había ni una sola a la sombra, corríamos el peligro de sobarnos y despertarnos con la piel torrada.
Dejamos Morro de Sao Paulo con gran añoranza, habíamos estado pocos días pero los habíamos vivido con tanta intensidad que nunca olvidaríamos la esencia de aquella isla.
De nuevo en Salvador fuimos a buscar nuestro hotel, esta vez el Tropical da Bahía, mucho mejor situado que el Sol Marina Victoria, pero con un servicio malo no, malísimo.
Llegamos ya casi de noche, echamos una siestecilla de media horilla, luego un duchazo y de nuevo a recorrer calles bahianas, en nuestra última noche, con nuestros amigos madrileños y el bahiano, que cada vez lo aguantábamos menos, el tío era lo más cansino del mundo, y a nosotras nos provocaba con tonterías, y porque al día siguiente ya nos íbamos que si no no se que hubiera pasado, qué pesadilla de hombreeeeeee...
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4 comentarios:
Holaa!!
Solo una pregunta me gustaria saber si Morro es un sitio de demasiado cachondeito, porque mi intencion es ir en plan relax y me gustaria saber si piensas mejor que para esto cambie mi destino..
Gracias
Hola!!!
Pues depende, Morro se divide principalmente en 4 playas, la 1ª playa es en p.lan familiar, la 2ª es para los jóvenes en plan cachondeito como tu dices, y la 3ª y la 4ª son más tranquilas
En general es una isla para no estresarse durante el día y por la noche echar unos bailoteos en la misma arena de la 2ªplaya, o relajarse en las otras, creo que tienes de todo.
K disfrutes de tu viaje!!!!!!!!
Perdòn por mi pregunta, pero quiero salir de la duda, mi novio viaja a Morro con un grupo grande de amigos, me quedo tranquila, o lo mando a volar?
Amiga creo k en eso no te puedo ayudar, todo depende de la confianza k tengas con el y el plan en el k vaya...
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