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domingo, 27 de diciembre de 2015

Full Moon Party, Haad Rin, Tailandia

Día 16

Y llegó el día esperado, el día de la Full Moon Party, y mi último día en Koh Pha Ngan antes de marchar a la siguiente y última isla de mi viaje por Tailandia, Koh Thao.

Desayunando con los colegones belgas habíamos decidido visitar la playa donde se celebraba esa noche la megafiesta, para ubicarla y conocerla un poco mejor de día, porque por la noche con la caraja encima al igual sabíamos donde estábamos...

Los belgas como ya he dicho habían alquilado una moto para moverse por la isla durante su estancia, pero yo sin saber conducir más que coches no me había atrevido. Hoy no me quedaban más opciones que alquilar una porque ir tres en la moto no era plan, y no porque nos fuera a parar la policía precisamente porque llegue a ver hasta 4 sin casco en una moto y sin problema.
Así que me fui a la primera agencia de alquiler de motos que vi nada más salir del bunga y me pillé una por 150 baths, unos 3€ al día.

La persona que me atendió cogió mi pasaporte como fianza para alquilarme la moto ( cosa que no me hizo nada de gracia ) y me hizo firmar un documento con los precios de las piezas de la moto que si rompes has de pagar. Hay que andarse con ojo porque igual que 3 euros por alquilarla durante todo el día era un precio ridículo, los 300 euros que te pedían por rascar sólo la pegatina de la moto no eran ninguna broma. Ahí estaba el negocio.
Así que viendo por donde me podrían tomar el pelo y teniendo en cuenta mi ignorancia conduciendo motos, decidí hacerle fotos y videos a la moto desde todos los ángulos antes de cogerla para comprobar que no hubiera nada roto que luego me quisieran cobrar a mi.















Cuando el chico me preguntó si había conducido moto alguna vez y le dije que no, sólo me respondió con un "buena suerte", y yo ya empecé a temblar.

Me puse mi casco y me dispuse a circular por la callejuela de al lado en la que no habían casi coches, para coger un poco de confianza, pero entre las curvas, la gravilla y las cuestas no me veía capaz, así que le pedí a uno de los belgas que la condujera por mi y yo ir de paquete y el chaval encantado porque le encantaba conducir motos, y yo encantada porque así no tenía que ir sufriendo y podía ir haciendo fotos y grabando por el camino, así que problema solucionado!!

Nuestro bunga estaba en la parte oeste de la isla, la más barata y también la más feilla, y la playa de la Full Moon estaba en la punta sur.



Emprendimos el camino y nos fuimos parando en varios puntos para contemplar las vistas desde lo alto de la isla.


Y por fin llegamos a la famosa playa de Haad Rin, la reina de las playas si hablamos de fiesta. 
Se cuenta que el origen de la Full Moon Party fue un grupo de viajeros que se dieron cuenta que la luna llena en esta playa lucía más bonita y espectacular, así que organizaron una fiesta en la orilla en honor a ella. 

Hoy en día cada mes durante la noche de luna llena se reúnen más de 30.000 personas para vestirse y pintarse con colores fluorescentes, sentir la música y vivir una de las mejores fiestas de su vida.


Aparcamos las motos, y bajamos andando por la calle que da a la playa.



Y al llegar y pisar la arena...buah, espectacular.


Allí soltamos los bártulos y al agua directos!!


Estuvimos dándonos unos baños y torrándonos al sol durante un rato y nos fuimos a buscar algo de comer. 
Los locales de la zona no nos convencían mucho así que cogimos las motos y nos paramos en el primero que vimos que tenía buena pinta.
Los ingredientes estaban expuestos en cristaleras y se veían frescos y ricos así que no nos lo pensamos más y pedimos. Yo acerté de pleno con este suculento y auténtico "Pad Thai" de gambas y verduras.


Tras el papeadón vuelta a la moto a por el siguiente objetivo del día que era cualquier playa del este de la  isla, ya que era la única zona que todavía no habíamos visitado. 


El camino que tuvimos que seguir en esta ocasión fue por el interior de la isla,


donde las carreteras estaban llenas de curvas y gravilla, menos mal que no conducía la moto yo!!!!


La siguiente playa no tenía nada que envidiar a la anterior, increíble igual. Allí estuvimos hasta media tarde jugando al fresbee en el agua y haciendo amigos de otras partes del mundo.



De vuelta al bunga paramos en una tienda en medio de la carretera para comprarnos unas camisetas fluorescentes para ir acorde esa noche, en Haad Rin las habíamos visto pero el triple de caras así que lo suyo era comprarlas en cualquier otro punto de la isla. 

Una vez en el bunga cenados ,duchados y con nuestras camisetas fluor empezamos a animarnos con unos cubatillas con Red Bull tailandés, está claro que lo que me hizo saber que era Red Bull al comprarlo eran los toros porque por otra cosa...


Y a media noche pillamos una ranchera de esas compartidas para ir a la playa.
Cuando llegamos a Haad Rin pagamos la entrada, que sinceramente ya no me acuerdo por cuanto me salió, y nos pusieron la pulsera de la fiesta, ya estábamos dentro!!!

Allí nos recibieron con fuegos artificiales y neones de colores, empezaba la fiestaaaaaaaaaa!!


La música era increíble, el ambiente también y el entorno inmejorable, allí creo que pasé la mejor fiesta de mi vida. Yeeeeaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh




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domingo, 20 de diciembre de 2015

Chaloklum Beach, Koh Pha Ngan

Día 15

Amenecía un nuevo día en mi aventura por Tailandia y tras el desayuno de rigor mirando al mar y siguiendo los consejos de la autóctona dueña del hotel, para el día de hoy decidí visitar otra vez el norte de la isla donde se encontraban las mejores playas de Koh Pha Ngan.

Cerca de Bottle Beach ( la playa en la que había estado el día anterior ), se encontraba otro lugar de auténtica postal, Chaloklum Beach, una playa con 2,5 kilómetros de arena blanca y aguas cristalinas.

Para llegar a ella paré una ranchera a las afueras del hotel y negocié precio con el conductor, al ir sola pues como siempre acabé pagando el viaje entero yo, y en las islas los precios eran mucho más caros que en el resto del país, pero no tenía otra opción.
El viaje duró unos 20 minutos y cuando llegué a la playa flipé, era guapísima y con el día soleado más todavía, yeeeeeaaaaahhhhhhh!


La idea de hoy, aprovechando el sol que en tan pocas ocasiones había visto en mi viaje, era pegarme todo el día en la playa,, tostarme en la arena, comer mirando al mar y pegarme unos baños en aquellas impresionantes aguas tan claras y taaaaaaan bonitas. No quería hacer nada más que no hacer nada en aquel paraíso.


El calor era tremendo y estirarse en la arena tomando el sol era algo suicida e impensable, así que lo mejor era ponerse a remojo en la orilla.


Y ahí estaba yo tan agustico cuando a un cangrejo le dio por salir de su cueva y agarrarme el culo con sus pinzas. Me pegué un susto de la ostia y un buen pinzazo pero oye el cangrejo le dio vidilla a la siguiente hora de mi solitario día de playa.


Para la hora de comer tuve que irme de la playa porque en la misma no habían chiringuitos, pero nada más salir, que es donde se encuentra el pueblo de Chaloklum había una calle con varios restaurantes y alguna que otra tienda, así que escogí uno con buena pinta y con wifi y allí me comí un rico arroz con verduras, para variar.


Y vuelta a la playa a tostarme de nuevo.


Desde Chaloklum Beach es donde se cogen los barcos para ir a Bottle Beach, unos 100 baths el trayecto y a la que sólo se puede ir en barco.








Me harté de playa hasta que se acercó el atardecer, momento en el que decidí volver al bunga donde había quedado con mis colegas belgas para ir a cenar y para tomar las copillas nocturnas de rigor.

De nuevo tocaba buscar transporte, y a esas horas y haciendo el trayecto a la inversa el viaje me salió el doble de caro, pero ya se estaba haciendo de noche y por allí la verdad no había mucha gente así que lo mejor era apretar los dientes y pagar lo que me dijeran, que además curiosamente todos me pedían el mismo precio y no bajaban de ahí.

Una vez en el bunga y tras una buena ducha quedé con los belgas y nos fuimos a cenar a la calle que había saliendo del hotel.
Nos metimos en uno, autóctono pero total, donde nadie hablaba otra cosa que no fuera tailandés, no habían turistas y no había ni menu sólo los ingredientes puestos en fila y mesas, así que pedir la cena se convirtió en todo un reto.

Después de media hora haciéndonos entender con la camarera al final nos trajeron lo que les dio la gana pero bueno la verdad que estaba todo riquísimo.

Esto era una sopa vegetal "Thai Soup" con unas cosas redondas partidas en mitades de una textura y sabor como de carne pero de origen inidentificable.


Y esto las sopas picantes de currys verde y rojo " Thai Green Soup" y " Thai Red Soup" que pidieron mis compañeros belgas.


La verdad que todo estaba buenísmo pero las sopas aparte del curry picante llevaban trozos grandes de guindillas, y cuando vi que los belgas todavía le pedían picante a la dueña yo flipaba.
No se me olvidará sobretodo la cara de uno de ellos cuando ya se había comido media sopa y empezaron a caerle las gotas de sudor al plato, su cara se había puesto del color de las guindillas y se veía que lo estaba pasando mal. Pobrecito mío, se le hinchó toda la cabeza y parecía el de "Crónicas Carnívoras" cuando se mete esas panzás de jalapeños de los de "ya verás tu mañana cuando vayas al lavabo..."

Pues allí estuvieron sudando y sorbiendo sopa los dos hasta que se acabaron el plato, vaya campeones porque yo desde luego sería incapaz de haberme comido eso.

No había mucho que hacer por la calle así que regresamos al bunga a echar unos tragos  y a comer sandías a ver si se les pasaba el picor de boca a los belgas.
Partimos una de las sandías y al ver la foto...ostia! sandías amarillas!


Entre frutas y tragos planeamos el día siguiente, nuestro último día en Koh Pha Ngan y la última noche en la que se celebraba la ansiada fiesta de la Full Moon Party, y es que la luna ya estaba casi casi llena y nosotros teníamos ganas de fiestaaaaaaaa!!!





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