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viernes, 31 de julio de 2009

Riviera Maya. Gozando del Caribe

Días 6 y 7


Los últimos días siempre son los ideales para relajarse y para no hacer nada, sólo disfrutar del entorno.


Así que los pasábamos entre piscinas y barras húmedas.


 Por las noches nos íbamos a Playa del Carmen, para salir un poco del hotel.


 Y nos poníamos ciegos de langostassssssssssss.

 Luego unas copillas sentaditos en unos columpios tan agusto.

Un día nos alquilamos unas motos de agua y allí que nos fuimos a darle gas a saco a aquello, que paaaasada!!






 De nuevo había disfrutado en México de lo lindo, pero al haberlo visitado tres veces ya, y yo que no soy de repetir mucho porque prefiero conocer otros destinos, pues ahí dejaba el Caribe de momento, y quien sabe si para siempre.



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jueves, 30 de julio de 2009

Relax en el Spa del Gran Palladium Kantenah

Día 5


Hoy después del desayuno bajamos a la playa y ahí estuvimos toda la mañana disfrutando del sol, de la playa, y de los animalillos que había en ella.



 Después de comer y tras la merecida siesta en la hamaca nos fuimos al Spa del hotel, y allí nos dimos un caprichito de uno de esos masajes en pareja por todo el cuerpo durante una hora, un lujazo!!

 Después del masaje nos dimos unos bañitos en sus piscinas, diferentes y mucho más tranquilas que las del resto del hotel.

Tenía todo tipo de duchas con diferentes chorros y temperaturas,

 Un camino de esos llenos de piedras que salen chorros con mucha presión mientras lo recorres, pediluvio creo que lo llaman.

 Jacuzzis iluminados a diferentes temperaturas también.

Por la noche reservamos en el restaurante de al lado de la playa y en petit comité, porque no había ni cristo, nos comimos unos buenos arroces negros con mogollón de mariscos, mmmmm, qué bien que se come en estos hoteles.

 Y por la noche el kit imprescindible para sobrevivir...jajaja



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domingo, 26 de julio de 2009

Ruinas de Tulum y Xel Há

Día 4

Hoy nos levantamos prontito como de costumbre, y tras el desayuno nos salimos a la carretera principal para coger una van para ir a Tulum.

Al llegar te encuentras con varios puestos que venden todo tipo de artesanía local, como hamacas, bordados, cuadros...


Yo ya había visto Tulum en mi primer viaje, y mi hermano también, así que fuimos para que mi novio y mi cuñada lo vieran.



Había una playa vallada que era donde las tortugas desovaban, una pena no haberlas podido ver en plena faena.


Hacía un calor impresionante a pesar de que era pronto, así que hicimos la visita a las ruinas rápidamente y nos bajamos a la playa de allí a darnos un baño ( visita obligada si vas a las ruinas ).

Al salir de las ruinas compramos las entradas a Xel-Há ( el acuario natural más grande del mundo), ya que allí hacían descuento y era donde más baratas las vendían.

Cogimos la del todo incluido que te daba opción a disfrutar de todo el parque ecológico y de todos los restaurantes con bebida y comida ilimitados, así como toallas y taquillas.

Al entrar al parque te retiran tu crema solar y te la cambian por otra biodegradable para que respetes el medio ambiente. Eso está muy bien, pero la crema que te dan es taaaaan espesa que cuesta bastante restregársela por todo el cuerpo, así que o vas con los pegotes blancos pero seguro de no quemarte, o no te pones nada y te achicharras vivo...


Xel-Há es un río que desemboca en el mar ( hasta aquí como todos los ríos ), la peculiaridad es que lo puedes bajar en donuts, o con gafas, tubo y aletas para ver la gran cantidad de peces que hay en sus aguas.


Para empezar cogimos los donuts, y mientras ibas descendiendo el río te ibas encontrando actividades como por ejemplo una cuerda encima del agua que debes cruzar de lado a lado si no te quieres caer, bastante jodida por cierto, porque cuando vas por la mitad te empiezan a doler bastante los pies de la cuerda y los brazos te flojean...

También habían piedras de unos 5 metros para saltar al agua, y cuerdas a lo tarzán para balancearte sobre el agua para después caer en ella, todo muy divertido.

Había también caminos por la selva con carteles que te iban explicando las especies de plantas y animales que te ibas encontrando por el camino.

Luego cogimos las gafas, el tubo y las aletas y nos zambullimos en busca de peces.

Vimos de todas clases y colores, y yo tuve la suerte de ver también una raya.

Allí pasamos todo el día, y cuando pasábamos hambre nos íbamos a comer algo, que por cierto toda la comida que probamos estaba muy buena pero toda picaba, hasta la sopa de champiñones!!!

Para relajarse estaba la zona de hamacas, pero nosotros la verdad ni la probamos.

También hay un delfinario por si te quieres bañar con los delfines, aunque en aquel momento era su hora de dormir....




Acabamos la excursión petados, y con alguna picadura de mosquito que otra. Nos fuimos para el hotel y al llegar a la habitación nos encontramos con más tonterías de esas con las toallas, hoy tocaba el cisne...

Para esa noche teníamos reserva para la barbacoa que hacían en la playa, pero cuando llegamos resultó ser un desastre, hacía muchísimo viento y la comida estaba llena de arena. Además había un montón de gente y sólo tres parrillas de carne, que claro con tanta gente sacaban la carne antes de tiempo y te la comías cruda.

Total que como aquello era una mierda y la verdad que había gran variedad de restaurantes, nos fuimos al primero que vimos que nos pareció bien y acabamos allí la cena.



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Riviera Maya. Días de playa y nada

Día 3

Hoy mi cuñada y yo decidimos hacernos las trenzas, para variar, y para ir peinaditas toda la semana, y por no movernos mucho allí mismo en el hotel nos las hicimos.


Seguimos pululando de bar en bar toda la mañana.


Después de comer fuimos a pasar la tarde a la piscina de agua salada, que se estaba de luuuujo!!

Por la noche teníamos la reserva para el Rodizio brasileño, y nos pusimos de carne hasta las cejas.

Los camareros íban trayendo espadas con carne, hasta 7 tipos, y tu les decías cuantos trozos querías según las iban trayendo, todo estuvo muuuuy rico!!

A partir de aquí más tequilas y más cócteles, y para la habitación!



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Grand Palladium Kantenah

Día 2

No eran ni las 7 de la mañana cuando ya estábamos despiertos y ansiosos de ver todo lo que nos rodeaba.

El complejo tenía unos 75000 m2, y había de todo. Desde un lago el cual podías recorrer en barquita, pagando claro,


hasta un montón de estanques donde había gran variedad de peces...

La piscina, a esa hora vacía, era impresionante, las hamacas que tenía dentro tenían pinta de estar muy bien, pero luego las probamos y la sensación no era tan buena porque te escurrías por todos los lados.




La playa era lo mejor, por supuesto, había un capitolio para las bodas justo enfrente del mar, y no podía dejar de sentir envidia sana por los que allí se casaban, ya que yo siempre he dicho que si algún día me caso será en el Caribe.

En la playa no había problema de hamacas, que las había a montones, en lo que si que había problema era en encontrar una sombra libre a media mañana, porque la gente tal y como se levantaba ponía la toalla y las ocupaban todas.

A media mañana ya llevábamos no se cuantos tequilas, piñas coladas y otros tipos de cócteles, y llevábamos una yusca....

Como no podían faltar, las iguanas estaban por todos lados, pero no se dejaban tocar ni acercarte demasiado..

Había un gran estanque con coloridos flamencos, y también  cocodrilos por el césped.




El día lo pasamos disfrutando de todos los bares y ubicando cada restaurante, porque los habían de todo tipo de especialidades, y no queríamos perdernos ninguno.

En uno de ellos vimos que esa noche hacían la cena del marisco, y allá que fuimos,

y puedo decir que nos comimos la mejor caldereta de langosta de la historia, y lo mejor del plato no era la langosta sino el caldito que estaba de muerte.

Después de cenar nos acercamos a la discoteca del hotel, pero no estuvimos ni media hora porque se les había estropeado el aire acondicionado y no había cojones a estar allí a 40 grados chorreando de sudor.

Así que cogimos unos cuantos cócteles y nos fuimos a la habitación a tomárnoslos, esto se convirtió en un ritual todas las noches antes de irnos a dormir...



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