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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mackenzie Beach, la playa de los aviones

Las playas más cercanas de Nicosia son las de Lárnaka, que se encuentra a una media hora en coche.



Esto hacía que fueran las más frecuentadas por nosotros, por tenerlas más cerca que ninguna otra, aunque en realidad no son muy bonitas.

Se caracterizan por grandes extensiones de arena oscura, y aguas poco profundas.



Concretamente siempre íbamos a la playa de Makenzy, parece ser que se llama así por un proveedor escocés que montó aquí un bar restaurante justo después de la II Guerra Mundial.

La playa se encuentra justo al lado del aeropuerto internacional de Lárnaka,

lo que hace, que mientras te estás bañando los aviones te pasen por encima de la cabeza, cosa que me recordaba al Bora Bora de Ibiza....















La playa además ofrece un sinfín de restaurantes y bares para todos los gustos, así como muchas discotecas.

Potamos Liopetriu

Hoy visitábamos Potamos Liopetriou, en la región oriental de Lárnaca.
Pensábamos que habría playa, pero cuando llegamos eran todo rocas, perfectas para los amantes del buceo y de la pesca.





Preguntamos a los pescadores y nos dijeron que no era una zona de baños, que si queríamos podíamos visitar su puerto que era muy bonito, y allí que fuimos.



Cuando llegamos resultó ser un diminuto puerto pesquero lleno de barcos de madera.


Muy bonito sí, pero como para volver a ir, pues como que no.


Pissouri Beach

La excursión de hoy era a Pissouri Beach, a unos 120km de Nicosia.



Es una de las mejores playas de la costa sur, frecuentada por familias y estusiastas del esquí acuático y del surf.


Cuando llegamos, después de más de una hora de coche, comprobamos realmente que era perfecta para hacer surf por los vientos de esa zona, los cuales nos impedían meternos con la colchoneta, por riesgo de acabar en la playa de al lado...


El agua estaba bastante fresca, pero muy limpia.


Nos dimos unos cuantos baños y decidimos ir a comer a uno de los restaurantes que se encontraban a pie de playa, resultó ser un desastre total. Las cantidades eran escasísimas, la comida no estaba buena y el precio fue bastante caro.


Así que un poco cabreados volvimos a la playa.



Se parece bastante a la de Petra tou Romiu, por las piedras que tiene, lo bueno de esta es que para entrar al agua no te hacen falta chanclas, ya que a pie de orilla hay arena.



Ante la imposibilidad de poner la toalla en las piedras, por el viento y por la incomodidad de las mismas, nada mejor que una siestecita al atardecer encima de una roca, al ladito del mar, qué placer!!!



Una vez más esperamos al atardecer para abandonar la playa, qué lindos atardeceres tenía Chipre!!




Protaras y Cabo Greco

Nos habían hablado muy bien de la playa de Protaras, y allí que fuimos para verla.



Se encontraba a 5km de las playas de Ayia Napa, lo que significaba arenas blancas y agua calentita, y era más tranquila que la de Nissi Beach, sin tanto guiri loco suelto...

Cuando llegamos, realmente tenía la arena blanca y el agua calentita pero la verdad que tenía bastantes algas. Y había bastaaaaaaaaaante gente, jóvenes sobretodo, lo que hacía que en playa se pudieran practicar muchos deportes acuáticos.



Supongo que la pillamos en mal día, porque otras veces habían ido amigos nuestros y habían dicho que no habían algas y que estaba muy limpia...

Después de plantar todo el chiringuito de toallas, sombrilla, nevera y demás, nos dimos un bañito, pero como no nos acababa de convencer esa sensación de bañarte rodeado de algas y salir con ellas pegadas al cuerpo, decidimos coger el coche e irnos a otra.


Cogimos dirección Cabo Greco, y encontramos una cala que tenía muy buena pinta, intentamos bajar, pero como ya se habían hecho las tres de la tarde, no había ni un sólo hueco para dejar el coche, así que media vuelta y a buscar otra.



Acabamos en Cabo Greco, la zona la verdad es que era bien bonita, pero era todo de rocas y acantilados, lo que hacía bastante difícil plantar nuestro chiringuito.



Así que después de ver un poco la zona y echar cuatro fotillos cogimos de nuevo el coche, ya un poco hartos, a ver si a la siguiente iba la vencida.



Volvimos hacia la zona de Protaras, y a medio camino no sé qué fue lo que nos hizo parar en un hotel y entrar a ver su playa, después de comprobar que no era privada y que podíamos quedarnos, fuimos a por las cosas al coche y por fin pudimos relajarnos tranquilamente en el mar.



Era una calita bastante pequeña, en la que sólo estaban los alojados en el hotel, y la verdad que es una de las más bonitas en las que hemos estado, después de todo el estrés del día mereció la pena habernos perdido y acabar en aquel lugar.


Enseguida cogimos la colchoneta y las gafas y nos fuimos a investigar.

Hasta las rocas que se ven en la imagen superior el agua no cubre, pero a partir de ahí sí, y el mar está más agitado. Cuando pasé las rocas buceando, no me podía creer lo que estaba viendo, había una gran escultura de una mujer, de vete a saber cuántos años, enterrada en el fondo del mar, era increíble!!! Estaba rodeada de peces de colores y tenía una altura de unos dos metros.

Me sentía como una gran decubridora, aunque obviamente no era la primera persona que la veía, seguro.

Pasamos el resto de día encantados en aquella pequeña calita, incluso cuando se hizo de noche ahí seguimos disfrutando de sus aguas calentitas...




Governor's Beach, la playa de los autóctonos

Llevábamos pocos días en la isla y queríamos ver playas y más playas, aprovechando el calorazo del mes de agosto.

Así que un día cogimos el coche y la guía de viaje, y según las recomendaciones que allí aparecían fuimos a Governor's beach, que se encontraba entre Lárnaka y Limassol.




Acostumbrados a las blancas arenas de las playas del este, como Nissi Beach, la verdad que cuando llegamos a esta nos decepcionó un poco.






No tenía nada de especial. En la guía de viajes salía como una hilera de calas de arena negra protegidas por acantilados de roca blanca, y sí, en la descripción estaba bastante acertada, pero no para estar entre las 10 mejores playas de la isla como aparecía.



Dicen que es una de las más frecuentadas por los chipriotas, y ahí tampoco se equivocaba, ya que éramos los únicos guiris de la playa.


El agua estaba fresquita, más que en las playas del este, y era bastante transparente, aunque con la arena tan negra casi no se podía apreciar, pero la verdad es que estaba muy limpia.

Aunque pasamos un buen día, entre chapuzones y siestas en la hamaca, no creo que la volvamos a visitar....




War Cemetery, Nicosia

Como ya hemos comentado en otras entradas Chipre es el único país hoy en día que tiene una ciudad-capital dividida en dos, delimitada por la llamada "línia verde", que divide la isla en la zona sur greco chipriota y la zona norte turco chipriota.

Desde el año 8.000 a.C. Chipre ha pasado por muchas manos, desde griegos, a egipcios, romanos, bizantinos, árabes, venecianos, otomanos, británicos... incluso fue una República independiente allá por el año 1960, pero siempre estuvo unida, hasta 1974, que fue cuando los turcos la invadieron y se apoderaron de un 37% de la isla.

Concretamente fue el 20 de julio de 1974, a las 05:30 h. cuando Turquía lanzó un bombardeo aéreo contra el aeropuerto de Nicosia y contra dos cuarteles chipriotas, era sólo el comienzo de la llamada Operación Atila.

Ahí empezó el caos de Chipre.

Se sucedieron más bombardeos y lanzamientos de paracaidistas durante el mes siguiente, y miles de chipriotas que vivían en la zona norte se convirtieron en refugiados y fueron obligados a abandonar sus casas para ocupar la zona sur destinada para ellos.

Antes de la invasión la zona norte contaba con 162.000 habitantes, de los cuales 142.000 fueron expulsados tras el ataque. Los otros 20.000 que quedaron se vieron forzados a abandonar la zona de forma gradual. Como consecuencia el número total de greco chipriotas expulsados asciende a más de 160.000 lo que correspondía a un tercio de la población de la isla en aquella época.

Pero ser expulsado era lo mejor que te podía pasar en aquella situación, puesto que muchos otros fueron arrestados y llevados a campos de concentración. Muchas familias hoy en día siguen buscando parientes desaparecidos por aquel entonces.

Mientras, Turquía llevó un gran cantidad de turcos desde la Anatolia a la parte norte para que ocuparan los hogares de los refugiados chipriotas griegos, así como provocó que los 50.000 turco chipriotas que vivían en el sur fueran llevados a la zona norte destinada para ellos.

Al final se instauró la República Turca del Norte de Chipre, que sólo está reconocida actualmente por Turquía.

Y esta sigue siendo la situación de la isla más de 30 años después de la invasión, sigue dividida.

A pocos kilómetros del centro de la ciudad se halla el cementerio de guerra de Makredonissita, en memoria de los fallecidos en la invasión turca de 1974.


Según me contó el militar que custodiaba el cementerio la mayoría de las personas aquí enterradas eran militares griegos y chipriotas cuya misión era la de apoyar a los chipriotas durante la invasión de los turcos.


Pero algunos de estos soldados no murieron en manos de los turcos, sino de los propios chipriotas que los confundieron.
Grecia quiso reforzar el ejército chipriota y envió 15 aviones con municiones y medicamentos, pero dos de ellos fueron confundidos por aviones turcos y los chipriotas los bombardearon.


En todas las tumbas se encuentra la fatídica fecha, julio y agosto de 1974.

Casi todos los años, para el aniversario de la invasión turca, realizan ceremonias commemorativas en este cementerio a los soldados que perdieron la vida defiendiendo su patria.



sábado, 11 de diciembre de 2010

Primeros días en Chipre, Nissi Beach en Ayia Napa

Los primeros días, para sobrevivir a los 50 grados de los chipriotas, fuimos a investigar playas y siguiendo los consejos de la gente la primera que visitamos fue Nissi Beach, en Ayia Napa.



Ayia Napa se encuentra al sureste de la isla, y todas las playas de esta zona tienen la arena blanca y el agua transparente y caliente.

Mi primer contacto con la playa fue increíble, aquello parecía el Caribe!!! pero no había narices a quedarse en la toalla con semejante bochorno, así que todo el día en remojo!!



A Nissi Beach se la conoce en Chipre por ser la Ibiza chipriota, en estas playas lo que principalmente te encuentras son guiris jóvenes con ganas de fiesta, españoles pocos la verdad, lo que más hay son ingleses, alemanes, nórdicos,  y algún que otro griego.

En la playa hay un chiringuito en el que pinchan los mejores djs, y a mi me recordaba al Bora Bora de Ibiza, la gente en bikini pegándose la fiesta con el abrasador sol bajo sus cabezas, y cuando el exceso de alcohol y calor era presente en sus cuerpos bronceados nada mejor que un bañito en la playa para quitarse la tontería de encima!

En verano hacen bastantes fiestas, que si la fiesta de la espuma, que si la de miss camiseta mojada...en fin fiesta todo el día!!

Nissi Beach como está orientada principalmente al turismo juvenil, ofrece también un sinfín de deportes acuáticos.



Hay desde motos acuáticas, a paseos en bananas, windsurf, esquí acuático, bungge jumping sobre el mar... vamos que en esta playa el que se aburre es porque quiere.

La única pega que le encuentro es que como hay tanto joven loco y borracho suelto no tienen cuidado a la hora de dejarla limpia, y el agua y la arena están llenas de vasos de plástico, cañitas, bolsas...una pena la verdad.

Estuvimos unas cuantas veces en esta playa, en julio y agosto, y como vayas al mediodía olvídate de pillar una hamaca con sombrilla, porque la playa está a reventar. En septiembre u octubre la cosa se relaja, los guiris se van, pero viviendo aquí es más fácil estar tranquilo en estos meses, que ya no hace tanta calor ni hay tanta gente.



La playa además de todo lo mencionado, cuenta con bastantes restaurantes y hoteles, nosotros de casualidad fuimos a uno a comer y resulta que el dueño era de Bilbao! así que fue un gran placer poder hablar con alguien en nuestro idioma, porque el griego la verdad se me hace bastante difícil, aunque lo bueno es que en Chipre todo el mundo habla inglés.

No siempre que íbamos a la playa acabábamos comiendo en los restaurantes, porque la verdad eran bastante caros, así que me levantaba tempranito y preparaba mi tortillita de patatas, mi ensaladita y mi pollito rebozado!!



El paseo marítimo que lleva a la playa es como todos los paseos marítimos, yo que vengo de Barcelona es como si estuviera en Lloret de Mar, todo lleno de tiendas que te venden bikinis, colchonetas, gafas de bucear...de restaurantes, de xiringuitos, y también ( algo un poco extraño para el lugar  ) de cementerios...



Para los amantes del buceo, aquí pueden encontrar centros que ofrecen inmersiones y bautismos, ya que las aguas de Chipre albergan bastantes barcos hundidos, así como peces y corales.



De Nissi Beach a Nicosia hay una horita más o menos en coche, lamentablemente no es la playa que teníamos más cerca, pero era una de las más bonitas, lo que hacía que la visitásemos con frecuencia.


viernes, 3 de diciembre de 2010

Ayia Thekla y su capilla ortodoxa

En nuestra búsqueda incansable de playas bonitas, un día llegamos a Ayia Thekla.
Se encuentra en Ayia Napa, a pocos kilómetro de la conocida Nissi Beach. Se diferencia de esta por ser una playa mucho más tranquila, y sin tanto borracho loco alrededor.



En común tienen esas arenas blancas y esas aguas tan limpias y transparentes.

Tomamos la salida de Ayia Napa ( Santa Napa ) y seguimos las indicaciones hasta llegar a la playa, que se llama así por la iglesia que hay justo delante del mar.


Nada más llegar a la playa, uno cree estar en el Caribe, o al menos esa era la sensación que tenía cada vez que pisaba una playa de esta zona.




La única pega, si es que esta playa puede tener alguna, es que en el agua hay bastantes piedras, cosa que dificulta un poco la entrada, pero por otro lado donde hay piedras hay vida, y yo me lo pasaba en grande sacando caracolas del mar!



El agua no cubre mucho, así que para bucear hay que irse un poco lejos si uno no quiere acabar con la barriga llena de arañazos.



Justo enfrente de la playa hay un pequeño islote, perfecto para estar un poco más tranquilo, aunque como ya he dicho en esta playa no hay mucho jaleo.

A la derecha de la foto superior, justo al lado de las rocas, hay como una minibañera, se trata de un círculo de unos 2 metros de diámetro más o menos que tiene más profundidad que el resto y en el que hay multitud de peces, es una gozada meterte porque los pececillos se amontonan a tu alrededor y te hacen cosquillas!!

Un día nos fuimos a investigar a la capilla ortodoxa que se veía desde la playa.



Al llegar vimos que era una cueva donde supuestamente estaba enterrada Ayia Thekla.



La cueva por dentro es bastante pequeña, no apta para claustrofóbicos, y el calor y la humedad son característicos en ella, además de las pinturas y las ofrendas dedicadas a la santa.

Algunos cuadros daban hasta miedo!!


Al salir había un pequeño mercadillo con puestos de comida, de ropa, de recuerdos... La gente es muy amable y te invita a probar cosas, yo me arriesgué a probar una, concretamente era como una salchicha pero dulce hecha como con caramelo y rellena de frutos secos, su apariencia era como de una vela, y estaba asquerooooosa...en cuanto el tipo que me la dió se giró tuve que escupirla!!! Eso me pasa por curiosa...



Uno de los días que fuimos a esta playa tuvimos otro percance con el coche, al salir de la camino de tierra que te lleva a la autopista un quad se metió en nuestro carril, y para no chocarnos con él tuvimos que dar un volantazo a la izquierda, y zas!! chocamos las dos ruedas del lado izquierdo contra el bordillo y se pincharon!!



Era el tercer percance que teníamos con el coche, ya estaba harta!!! Tuvimos que llamar otra vez a la empresa de mi novio para que nos ayudaran. El tipo me preguntaba que donde estábamos para que nos enviara una grúa, y yo buscando algún cartel que me dijera el punto exacto. El tipo no conocía la zona, y si no la conocía él que era chipriota yo menos todavía...después de más de 10 llamadas y 4 horas esperando por fin llegó la grúa; menos mal que nos había sobrado un poco de tortilla y unos pollicos rebozados y pudimos cenar algo, porque ya eran más de las 11 de la noche...

Cuando se baja el tipo de la grúa, aaaaaaaaaayyy!! nos había tocado el que estaba más loco!! se bajó cantando y haciéndonos gestos raros, yo le decía en griego que no le entendíamos, que éramos españoles y que sólo hablábamos español e inglés, pero al tipo le daba igual seguía hablándonos en griego y cantando cosas raras...

Nos montó el coche en la grúa, y ahora tocaba explicarle donde vivíamos!! ni más ni menos que a 80km de allí...

Durante el trayecto seguía hablando y riéndose sólo...todo un personaje!

Cuando por fin llegamos a nuestra urbanización, una urbanización muuuuuuy tranquila por cierto, entre la música chipriota que llevaba el colega en la grúa, y el ruido de las cadenas y demás al bajar el coche, teníamos a todos los vecinos asomados y a todos los perros ladrando, y nosotros casi a la una de la mañana cargando con todos los bártulos playeros: la nevera, la colchoneta, las toallas....