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lunes, 28 de febrero de 2011

Hamam Omerye, Nicosia

Como ya he explicado en otras entradas, la situación de Chipre en el mapa, entre Europa, Asia y África, la convierte en una mezcla de culturas, y estando la mitad de la isla ocupada por los turcos no es de extrañar que nos encontremos con una multitud de mezquitas y de hamanes.

Un hamam, o baño turco es una modalidad de baño de vapor para limpiar el cuerpo y relajarse.

Me enteré que no muy lejos de mi casa se encontraba uno, el Omerye, el mejor de Nicosia, y allí que me fui para probarlo.

La historia del sitio se remonta al siglo 14, cuando se situó como una iglesia agustiniana de Santa María. 

Al entrar te preguntan si has estado antes, y si es que no como era mi caso te explican un poco el funcionamiento del lugar.

Primero te dan en un cestito todo lo necesario para el baño turco, una esponja de lufa, un cuenco para echarte agua, dos toallas, unas zapatillas, una botella de agua y un tanga desechable.



Luego te asignan un espacio compuesto por una especie de cama con cojines y con unas cortinitas para que te desnudes y te pongas el tanga desechable y una de las toallas.

Una vez cambiados, toca meterse dentro, es como una sauna bastante húmeda, en la que hay una piedra de mármol caliente en el centro, en la que te puedes tumbar, pero yo no aguanté mucho sobre ella porque quemaba bastante!!


La sala no es muy grande, dentro de  la misma hay como unos cuartitos donde hay más piedras para sentarte y unas fuentes con agua fría y caliente, y justo al lado de las fuentes hay dispensadores de jabón.

La idea es ir enjabonándote con la esponja y aclarándote con el cuenquecillo que previamente te han dado, sin olvidar beber bastante agua, puesto que la temperatura que alcanza la sala es bastante elevada!!!

La recomendación es no pasar más de 15min seguidos dentro, así que después de enjabonarnos y aclararnos bien volvimos a nuestro habitáculo de cojines y cortinas.

En medio de todos los habitáculos hay una mesa en la que tienes bastantes tés y frutas para tomar, para que no te deshidrates!


Tienen una larga lista de masajes a elegir, con piedras calientes, de pies, de cabeza, de cuerpo entero...yo probé el de espalda y cuello y me dejó la maaaar de relajada!!

Entre la música que tienen, y el silencio de los visitantes la verdad que la visita relaja bastante, y sales de ahí hecha una rosa!

Cuidan mucho la decoración, y tras el masaje y unas cuantas enjabonadas más dentro del hamam, tomamos una duchita para finalizar la jornada.



Más limpia no podía estar después de haber estado dos horas frotándome con la esponja esa!

Como último dato, diré que tienen días para mujeres y para hombres, y un día a la semana es de parejas ( y a los hombres también les dan un tanga!).