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martes, 24 de noviembre de 2015

Snorkel y kayacs en Bottle Beach, Koh Pha Ngan



Día 14

En el mismo hotel en el que estaba alojada, el Coco Gardens, había reservado una excursión de día completo para hoy por 900 baths ( 22€ ).
Se trataba de ir en barco por varios puntos del norte de la isla para hacer snorkel, comer en un restaurante enfrente del mar, dar una vuelta en kayac y relajarse en la playa de Bottle Beach.


El día pintaba bien, y tras un magnífico desayuno mirando al mar y con el día de momento bastante despejado me recogieron en mi hotel bien temprano y me llevaron a la playa desde donde cogeríamos el
barco.




El trayecto lo hice en solitario montada en la parte de atrás de una ranchera, lo cual me permitió tener unas vistas increíbles mientras cruzábamos la isla.



Con bastante vegetación y llena de cuestas y montañas me di cuenta que es una isla muy complicada para recorrerla en moto. Una putada porque para los siguientes días tenía pensado alquilar una, y yo que
sólo conduzco coche y no he llevado una moto en la vida pues me lo empezaba a plantear, no quería acabar mis vacaciones con un "tatuaje tailandés" como ellos lo llaman.



Al llegar a la playa me reuní con los que serían mis compañeros de excursión: una familia danesa muy rubios y muy educados, un grupito de adolescentes británicos en plena edad del pavo no tan educados y otro grupito de simpáticos sesentones también británicos.


Una vez nos dieron las explicaciones pertinentes nos dirigimos todos al barco para empezar nuestro día de
actividades acuáticas.




Al llegar al primer punto para hacer snorkel nos dieron una máscara y un tubo y nos dejaron cerca de una hora para disfrutar de aquel increíble fondo marino.













Vi muchísimos peces de diferentes formas y colores y unos enormes y llamativos corales lilas, saqué
bastantes fotos pero como ya he comentado en otras entradas el carrete desgraciadamente se veló ( si, me fui a Tailandia con una cámara acuática de carrete, de vete a saber cuantos años, GRAN ERROR ).






De vuelta al barco nos llevaron a un restaurante en la playa a comer un rico plato de arroz con pollo y verduras.


Y después de comer volvimos otra vez al agua a seguir flipando con los peces.


Para la segunda parte de la excursión nos llevaron a la playa de Bottle Beach, una de las más bonitas de
Koh Pha Ngan y a la que sólo se puede llegar en barco.


Allí ya nos estaban esperando los kayacs, me monté en el mío y empecé a darle a los remos y a disfrutar de las vistas de la playa desde todas sus perspectivas.

Una de las mejores compras que hice en Tailandia fue esta mochila impermeable ideal para días de remojo y excursiones en barcos, las venden de todos los colores y tamaños y son perfectas para llevar todo lo que un viajero puede necesitar en sus salidas acuáticas sin que se moje nada.

Después del paseo y un poco agotadilla de tanto remar volví a la playa a tomarme algo fresquito y a charlar con mis compañeros de excursión.

 Allí estuvimos hasta casi el atardecer, momento en el que emprendimos el camino de vuelta.

El día había estado bien y cuando me dejaron en mi bunga, después de una ducha, me fui al chill del hotel a buscar a mis amigos belgas, a contarnos lo que habíamos hecho durante el día y a compartir unos tragos y unas risas.

 La luna en lo alto y con todo su esplendor nos recordaba que en dos noches se pondría totalmente redonda, lo que significaba que la Full Moon Party ( fiesta de la luna llena ) se acercaba..."seeeeeeeeeee la estábamos esperando!!"




























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jueves, 12 de noviembre de 2015

De Krabi a Koh Pha Ngan



Día 13

Ya llevaba casi dos semanas en mi viaje en solitario por Tailandia, y cada día flipaba más con lo que veía y me sentía más a gusto en aquel país tan diferente al mío y a la vez tan sorprendente.

Hoy me tocaba cambiar de sitio y dirigirme a la costa este del golfo de Tailandia, al mar de Andamán, donde me esperaban Koh Pha Ngan y su Full Moon Party y Koh Thao donde tendría la oportunidad de hacer submarinismo, la mejor parte del viaje vaya.

Para ir a la otra costa debía coger un autobús que me llevaría a Surat Thani y desde allí coger un barco hasta Koh Pha Ngan.

A las 5 de la mañana me pasaron a buscar por mi hotel, y tras recoger a varias personas más nos dirigimos a Surat Thani, donde llegamos en unas dos horas y media.

Allí tuve que esperar una media hora más antes de coger el barco, tiempo perfecto para estirar las piernas, ir al lavabo y comprar algo de comida en el super.

El trayecto desde Surat Thani hasta Koh Pha Ngan dura otro par de horas más o menos, y hace parada en la vecina isla de Koh Samui.

En mi opinión, las Islas de Andamán se podrían comparar con las Baleares, donde Koh Samui es como Mallorca, más para familias o gente en busca de masificaciones, Koh Pha Ngan es como Ibiza por las fiestas continuas que se hacen a diario, y Koh Thao es como Menorca por su tranquilidad y su afición al submarinismo.

Yo descarté directamente Koh Samui y opté por dedicar mi última semana en Tailandia a las fiestas y al buceo.

Al llegar por fin a Koh Pha Ngan tocaba buscar mi nuevo alojamiento, el Coco Gardens. Pregunté si se podía ir a pie y me dijeron que no estaba muy lejos, pero al rato de estar andando ya estaba hasta las narices y me cogí una furgo compartida por 40baths. Fue montarme andar dos calles y ahí estaba mi hotel, efectivamente no estaba muy lejos...zasca!


Este fue el alojamiento que más me gustó de todos los que estuve en Tailandia.

Era un bungalow con baño privado y hamaca todo para mi.



El lavabo como no al estilo tailandés pero muy apañao, ya me había hasta acostumbrado a ducharme sentada en el water...


Me hizo gracia lo de "amenities de baño incluídas", yo me imaginaba lo típico vaya un cepillo de dientes, una pasta, un gel, un champú...aquí las amenities eran dos pastillas de jabón que más te vale no usar si no quieres tener lija en lugar de piel, y un rollo de papel higiénico que va a ser el único que vas a ver hasta que no compres tu mismo otro. Todo un detalle de amenities, que majos son...


La únicas pegas que le encontré a este Hotel es que al no estar bien unidas las juntas del bungalow se cuelan los bichos, y durante mi estancia tuve que matar a escobazos a unas cuantas cucarachas de tamaños considerables.

Y la otra es que a pesar de encontrarse en primera linea de mar, la playa no era muy bonita la verdad, el agua no cubría nada y al estar llena de rocas afiladas imposibilitaba totalmente el baño. 


Vaya puuuuutada! me jodió bastante este detalle, pero para eso desgraciadamente había elegido la zona más barata de la isla para alojarme, y es que con la Full Moon Party que se celebraba en tres días los precios se habían disparado y se había llenado casi todo.

Tras instalarme en mi bunga, me fui directa a la zona chill del hotel para disfrutar de la vista y comer algo.

El día estaba bastante nublado, para variar...en dos semanas creo que me había salido el sol unas tres veces, y eso que todavía no estaban en plena temporada de lluvias, que suerte estaba teniendo...

A pesar de las nubes fue una auténtica gozada disfrutar de aquel paisaje sentada en aquella mesa de piedra, con los pies en la arena, escuchando a Bob Marley y saboreando unos deliciosos tallarines gigantes con verduras y gambas.



Y después de comer y ante aquel paraíso nada mejor que una buena siesta mirando al mar en un cojín tailandés.




Tras la "agotadora" siesta, hice un poco de hamaking en el bunga para leerme los folletos de excursiones que había cogido de recepción, y de nuevo los precios me sorprendieron, así que reservé una para el día siguiente de snorkel y kayacs con comida incluída por 900 baths.

Por la noche me fui a dar un garbeo y nada más salir lo primero que vi fue un ring al aire libre en el que cada noche hacían espectáculos de Muay Thai,

y al otro lado un Makro!!! no sé si será de la misma cadena que los de España pero me hizo gracia ver algo diferente al querido 7 eleven.




No había mucho ambiente por la calle así que cené algo rápido en el super y regresé al Coco Gardens.

Me fui a la zona chill a seguir escuchando a Bob Marley y a tomarme unos coctelillos.

Allí conocí un par de belgas que también acababan de llegar a Koh Pha Ngan y que estaban alojados en un bunga al lado del mío.
Nos contamos nuestros viajes y compartimos unos tragos. Nos caímos bastante bien.

Estuvimos hasta las tantas hablando, y quedamos en vernos los próximos días para conocer la isla e ir a la Full Moon.

Los belgas se convertirían desde aquel momento en mis compañeros de viaje por la isla de Koh Pha Ngan.



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jueves, 5 de noviembre de 2015

Tub, Chicken y Poda Islands, y Phra Nang "princess cave"

Día 12

El día anterior y viendo los chollazos de los precios de las excursiones como la que hice a las Phi Phi, decidí reservar otra para mi último día en la costa oeste del país. En esta ocasión reservé la llamada "4 Islands", en la cual como su nombre bien indica se visitan 4 de las islas más bonitas de esta costa.

Como en la anterior me pasaron a recoger por mi hotel bien temprano para llevarme junto con otras personas a la playa de al lado del puerto para organizar los diferentes grupos y llevarnos a los barcos.


Mientras navegábamos hacia la primera isla se podían observar las enormes e imponentes medusas reinas de esas cálidas aguas. Lo sorprendente es que luego en las playas no se encontraba ninguna, meeeeeeeenos mal porque con semejante tamaño no me quiero imaginar la picadura...



La primera isla en visitar fue la Tub Island, increiiiiiiiiiiiiible!!



Allí estuvimos un rato y pude cruzar por el agua las dos mini islas que la forman.



Qué pasada de playa, impresionante de verdad y como por fin ese día salió el sol el agua se veía increíblemente clara y la playa y el entorno salvaje y espectacular.



De ahí nos fuimos a la Chicken Island, no hay que explicar porque se llama así no?



Allí nos dejaron un rato el equipo de snorkel para que pudiéramos ver los millones de peces de colores que abundan en esas aguas.



Tras el remojón y el flipe de ver tantos peces a tu alrededor subimos al barco a por la siguiente isla, la de Poda Island.



Increíblemente bonita como la anterior, y característica por la enorme piedra que sobresale del mar.






Allí comimos un rico buffet compuesto por arroz, vegetales y pollo en salsa extra picante.






Tras la comida nada mejor que unos bañitos y un tumbing en la arena para hacer la digestión.





De vuelta al barco, ya sólo nos quedaba por visitar Phra Nang, al lado de la famosa Railay Beach, donde había estado dos días antes.



Lo que más llama la atención de esta playa son las formas de las montañas sobre el mar,



las cuevas que se forman,



y entre ellas la más famosa, la Princess Cave, o cueva de la princesa.

En ella los pescadores antes de salir a la mar hacían ofrendas a la princesa para protegerlos ante cualquier peligro y para que la pesca tuviera éxito.



Y esas ofrendas no eran ni más ni menos que penes de todos los tamaños, formas y colores.


Al otro lado de la cueva de la princesa y ladeando la montaña, habían más cuevas acuáticas, y al final de ellas se llegaba a un camino de piedras amontonadas que con buen calzado uno puede ir subiéndolas y obtener unas vistas cojonudas de la playa.

Tras un garbeo por esta insólita y curiosa playa, por lo menos para mi, llegó la hora de volver al barco y regresar a Ao Nang.


Por la noche tras la cena de rigor en los puestecitos del paseo y cuatro risas con los lugareños preparé los bártulos para el día siguiente, cambiaba de lugar y cada vez me gustaba más todo lo que veía, y sabía que lo mejor estaba todavía por llegar... Próxima parada Kho Pha Ngan.


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