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domingo, 18 de febrero de 2007

Egipto. Karnak, Crucero

Día 5

Hoy más pronto que ningún día nos despiertan a las 5 y cuarto de la mañana, después de haber dormido apenas dos horas, para visitar el Templo de Karnak.

El templo de Karnak se encontraba a unos cuatro kilómetros del Templo de Luxor. Se llegaba a una explanada acondicionada para el turismo que llevaba a la entrada actual del Templo. Esta entrada correspondía al embarcadero que construyó Ramsés II, no a la entrada original y el recorrido, por tanto, a través del Templo no se hacía en orden cronológico. De esas estructuras había uno de los obeliscos erigidos por Seti I a ambos lados del embarcadero, a la derecha de la avenida de esfinges o dromos.

El recinto estaba precedido por la Avenida de las Esfinges formada por 40 esfinges con cabeza de carnero construidas por orden de Ramsés II que unían el templo de Karnak con el de Luxor y el embarcadero que comunica el templo con el canal que llega del Nilo. Se empleaba como acceso al Nilo de las barcas sagradas durante las fiestas religiosas.

El recinto de Amón se componía del gran templo de Amón, algunos templos menores, capillas y el lago sagrado. En el recinto existía también un templo de Akenatón que actualmente estaba destruido. Todo el conjunto estaba rodeado por una muralla de adobe de 8 metros de grosor y 2400 de perímetro. Constaba de 8 puertas de piedra 2 de ellas monumentales.

La sala hipóstila, construida en varias fases, era la parte más impresionante de todo el recinto, con unas dimensiones de 102x53 metros.

La sensación era la de estar admirando un bosque de piedra. El techo, actualmente desaparecido, reposaba sobre 134 columnas en forma de papiro, de las cuales 12, pertenecientes al pasillo central, son mayores (15 metros de circunferencia) y con capiteles de distintas formas. Fueron construidas por Amenhotep III.

Estas 12 columnas elevaban el techo en esta zona hasta los 23 metros de altura. El resto de columnas, unidas por los cimientos, eran obra de Horemheb y tenían una altura mucho menor. Constaban de capiteles papiriformes cerrados y la decoración se debía a Ramsés I, Sethy I, Ramsés II y Ramsés IV. Los relieves decorativos de la sala eran obra de Sethy I y Ramsés II. El exterior estaba decorado con escenas de la batalla de Qadesh y campañas militares de Sethy I en Palestina y Siria y contra los libios y los hititas.

Después de la visita tan madrugadora volvimos al Tulip y como no podíamos bajar porque en breve zarparíamos de nuevo y pasaríamos otra vez por la esclusa, los murubis se las ingeniaban de mil maneras para vendernos cosas. Se ponían con unas barquitas al lado de nuestra motonave y nos lanzaban las cosas en bolsas para que las viéramos, si te interesaba te tiraba otra bolsa y tu se la tirabas de nuevo con el dinero dentro, y si no te interesaba le tirabas las dos, y ningún problema.


En fin un cachondeo desde la ventana de nuestro camarote.

Que por cierto una de las bolsas que nos tiraron fue a dar en la tele y casi se la cargan!!!
Acabamos sacando dos manteles egipcios de 8 personas por 50 libras, toda una ganga.

Pasamos la tarde de relax en la piscina y durmiendo lo que no habíamos dormido la noche anterior, ni los días anteriores, pues llevábamos una falta de sueño....

Por la noche pelotazos de rigor en cubierta en compañía de nuestros colegones, del represante y del guía.





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