Día 6
El autocar que me recogería hoy para volver a La Habana no salía hasta después de comer, así que me levanté tempranito con los primeros rayos de sol y planté mi toalla en las tan solicitadas hamacas con sombrilla cerca del aqua bar. luego a recorrer los canales tan enrolladamente decorados de la piscina, que si ahora me quedo unas horitas en el bar tomando algo...
Llegué a La Habana para la hora de cenar, bastante echa polvo por cierto, pero me quedaban poquitos días y tenía que aprovechar, así nada mejor que una ducha a la cubana, o sea con agua fría ( porque no tenían agua caliente ) y rodeada de telas de araña, mosquitos...vale que era verano y hacía calor pero ducharme con agua helada pues como que no me hacía mucha gracia...
Igual que por las noches que dormía con el ventilador pegado a la cara porque era insoportable el calor, y se escuchaban todos los ventiladores de la casa al unísono. Vivía por una semana como lo hacían ellos y aunque habían cosas a las que me costaba habituarme, la estancia me hizo valorar mucho su estilo de vida.
Igual que por las noches que dormía con el ventilador pegado a la cara porque era insoportable el calor, y se escuchaban todos los ventiladores de la casa al unísono. Vivía por una semana como lo hacían ellos y aunque habían cosas a las que me costaba habituarme, la estancia me hizo valorar mucho su estilo de vida.
Para la cena me prepararon arroz imperial y maripositas, todo bueníiiiiiiisimo, y compartía mis impresiones de lo que llevaba vivido en mi viaje con la familia cubana.
Y ya con las pilas cargadas me fui con mis amigos a voltear por la ciudad, fuimos al centro vasco creo que se llamaba, lo pasamos bien y acabamos como siempre entre rones y reguetones.....
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