A 11km de Segovia se encuentran los jardines del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso,
y aunque el día no acompañaba mucho para hacer excursiones aprovechamos que estábamos por la zona para dar un breve paseo, con chubasqueros incluidos.
Los Jardines del Palacio Real de La Granja tienen más de 12.000 árboles en alineación, 70.000 ejemplares y 30 kilómetros de seto. Todo ello entre sus 26 fuentes con más de medio centenar de estatuas.
El emplazamiento de los jardines se ubica en la ladera de la montaña. Su extensión superficial es de 146 hectáreas, divididas en bosque, jardines y partidas reservadas.Un alto muro de 6 km cierra completamente el jardín. El terreno es desigual , y presenta diferencias de altitud muy notables. El punto más elevado es conocido como el Último Pino a 1325 m de altitud y el punto más bajo se encuentra en la Puerta del Vivero.
Tras adquirir Felipe V el edificio de los Jerónimos en 1721 Teodoro Ardemans comienza la construcción de un pequeño palacio en torno al antiguo claustro que hoy es el Patio de la Fuente. Con la vuelta al trono del Rey se plantea una nueva necesidad: dar alojamiento a la Corte durante el verano.
Entre 1725 y 1732 se ejecutan las obras del Patio de Coches por el que acceden hoy los visitantes y fue proyectado por el arquitecto Procaccine, quien, finalizadas las obras, emprendió el proyecto del Patio dela Herradura, junto al actual acceso a los jardines.
Los jardines del Rey comenzaron a acondicionarse a la vez que Ardemans emprendía los trabajos de construcción del palacio de retiro. Su trazado y forma se debe fundamentalmente a los franceses Carlier y Boutelau, quienes siguieron el gusto italiano de la época.
La disposición de sus calles y avenidas se proyecta mas allá del recinto, integrándose en el paisaje serrano de los montes de Valsaín. Esta proyección hacia la naturaleza fue un planteamiento poco común en la época y confiere al conjunto un encanto singular .
Las fuentes presiden los espacios principales y son obra de un grupo de escultores franceses encabezado por Fermín, Thierry, Dumandrè y Pitué. Los artistas desplegaron un inagotable repertorio de temas mitológicos cargados de sugerencia y sensualidad.
Se puede visitar el Palacio por dentro también, aunque nosotros preferimos volvernos para el coche porque el frío que hace por esta España profunda en pleno mes de enero es acojonante.
Y para el camino de vuelta hay que ir con ojo porque los amos de las carreteras aquí son los ciervos!!
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