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miércoles, 2 de marzo de 2016

10 cosas imprescindibles que hacer en Chipre


Chipre es la isla más desconocida del Mediterráneo, a pesar de ser la tercera más grande después de Sicilia y Cerdeña.


No hay cruceros que la visiten ni parece que haya mucha oferta de paquetes turísticos desde España, lo que hace que no la suela elegir mucha gente como destino de vacaciones, y la verdad no saben lo que se pierden.

Es una isla que ofrece un sinfín de actividades para todos los gustos y para todos los viajeros, desde playas de aguas cristalinas a ruinas de miles de años de antigüedad, pasando por su rica gastronomía y su cálido clima.

Si tienes pensado visitarla y no sabes muy bien por donde empezar has dado con el sitio correcto.
¿Quieres saber todo lo que no te puedes perder de la isla ? Pues sigue leyendo...



1. Probar los Mezees, la comida típica de Chipre.

Si vienes a Chipre tienes que probar su gastronomía típica, los Mezees.

La palabra Mezee en realidad no es ningún plato, es la manera en la que los sirven.
Suelen ser platos como sheftalies ( salchichas especiadas con ajos y cominos ), patatas fritas, macarrones a la chipriota, revueltos de verduras con huevo, souvlakis ( manera de cocinar la carne a la brasa ), mejillones, pescados, gambas, etc.


Casi todos los restaurantes tienen Mezees, lo único que tenemos que hacer es decidir entre los de carne o pescado y ya se encarga el camarero de ir trayéndote platos hasta que no puedas más. Recomiendo ir con bastante hambre si no queremos dejar la mitad en la mesa, las cantidades no es que sean muy grandes, pero el desfile de platos es exagerado.



2. Alquilar un coche y recorrerse la isla.

Digamos que la isla a pesar de ser bastante grande ( más de 9.000km2 ) no cuenta con buen transporte público, por lo que alquilar un coche es imprescindible para tu estancia.


Si que hay autobuses que la recorren pero no hay mucha frecuencia ni llegan a todos los lugares por lo que si queremos conocerla bien, y no estar todos nuestros días de vacaciones en el mismo sitio, si o si tendremos que alquilar un coche.


Y ojo porque la gran mayoría están bastante hechos polvo, así que no os extrañe si de pronto os deja tirados en la cuneta o se os pincha una rueda.



3. Sentarse en una terraza a tomar un frappé o probar el vino más antiguo del mundo.

Los chipriotas son muy asiduos a las terracitas y a compartir tragos con sus amigos, así que no es raro verlos reunidos alrededor de una mesa tomando frappés o chupitos de Commandaria, el vino más antiguo del mundo cuya receta data de hace más de 5000 años.

El clima hace que en cualquier época del año uno se pueda sentar al aire libre a disfrutar de una bebida o simplemente a descansar.

El frappé es para ellos como el mate para los argentinos, lo toman a cualquier hora del día y en cualquier situación.

El Commandaria se sigue produciendo en esta isla mediterránea como en la antigüedad, a partir de dos castas de uva autóctonas de Chipre, la xynisteri y la mavro. Las uvas sobremaduradas se exponen al sol para aumentar más la densidad de azúcar, y el vino es añejado en barricas de roble durante al menos tres años.


4. Disfrutar de playas y de pecios como el Zenobia.

Si hay algo que llama la atención de la isla de Chipre son sus playas y sus más de 600km de costa.
Al estar en el Mediterráneo parece que nos vayamos a encontrar playas normalitas tipo Barceloneta, pero nada que ver.

Si lo que buscamos son playas de aguas calientes, cristalinas y de poca profundidad la parte este es la recomendada. Si preferimos rocas, aguas más frescas pero igual de claras y con un poco más de profundidad deberemos visitar la parte occidental.


También hay playas en las que casi puedes tocar los aviones mientras aterrizan, playas al más puro estilo Ibiza para pegarse la fiesta y playas con historia como donde supuestamente nació Afrodita.


Si lo que buscamos es bucear Chipre es el país indicado para principiantes por la cercanía de los puntos de inmersión con la costa. Lo más interesante de la isla en esta materia son los restos del Zenobia, considerado como uno de los mejores naufragios de la historia, y uno de los más famosos de Europa.

Se trata de un carguero sumergido entre 16 y 40 metros muy cerca de la costa de Lárnaka que se hundió por problemas informáticos en 1980.



5. Visitar los asentamientos neolíticos más antiguos del planeta.

Tanto si nos gustan las ruinas como sino, no se puede venir a Chipre y no visitar alguno de sus antiguos pueblos, ya que en esta isla es donde se encuentran los asentamientos neolíticos más antiguos del planeta.

El más famoso de todos es Choirokoitia, un antiguo poblado que estuvo habitado hace más de 9.000 años por unos 500 habitantes, y que fue descubierto en 1934.

Es una aldea cerrada y aislada del mundo exterior, separada de la ribera del río por un fuerte muro de piedras de 2,50 metros de espesor. El acceso a la aldea probablemente se lograba a través de puertas en la pared.

Las casas eran bastante pequeñas, acordes con las estaturas de sus habitantes de aquella época ( una media de 1,61 metros en hombres y 1,51 en mujeres). Estaban construidas en estructuras circulares con un diámetro interno de entre 1,40 a 4,80 metros.

La mortalidad infantil era altísima, y el esperanza de vida era de cerca de 22 años de edad. Los muertos se enterraban acurrucados, directamente debajo de los pisos de las casas. En algunos casos se les dejaban provisiones, por lo que se cree que dentro de sus propias casas tenían algún tipo de culto a los antepasados.

Además de Choirokoitia se pueden visitar lugares épicos como Kourion, Salamina o el parque arqueológico de Kato Paphos.


6. Pasear por la calle Ledra en Nicosia y pasar a la zona turca.

Chipre es el único país hoy en día dividido en dos como en su día lo estaba Alemania con su gran muro de Berlín.

Aproximadamente un 35% del norte de la isla está ocupado por Turquía, desde que en 1974 invadiera Chipre y obligara a todos los locales que vivían allí, unos 2.600, a abandonar sus casas y ocuparlas por turcos traídos de la Anatolia.

Éste fue el origen de la República Turca del Norte de Chipre, un estado de facto que solo es reconocido por Turquía y la Organización de la Conferencia Islámica.
Para pasar a la zona turca andando se ha de hacer por la calle Ledra, en Nicosia. Es una calle muy agradable llena de tiendas y restaurantes, y por la que se llega a la linea verde que delimita la división entre Turquía y Chipre. Se ha de presentar el pasaporte y si se tiene intención de pasar noche en el lado turco debemos demostrarlo con la reserva del hotel. 
Para pasar en coche existen tres accesos.

Si estamos por Nicosia es imprescindible visitar el lado turco, que nada tiene que ver con la parte chipriota. Justo en la frontera se pueden apreciar los edificios que destruyó la guerra y que hoy en día son símbolo de lo que muchas familias chipriotas tuvieron que sufrir.
Después de que los turcos los sacaran de ahí y ocuparan sus viviendas, pintaron una bandera en la montaña en señal de total dominio de la zona.


7. Subir a Troodos a disfrutar de la nieve.

Chipre tiene una temperatura media de 25 grados durante todo el año, en un año entero que estuve allí solo pasé fresco un par de meses, enero y febrero, el resto calor y tiempo de playa. En julio, agosto y septiembre hay que tener en cuenta que las temperaturas alcanzan tranquilamente los 40 grados y si a eso le sumamos la humedad propia de una isla hace que sea bastante difícil resistir las temperaturas.


Así que el par de meses de "fresco" se puede hacer una excursión a las montañas de Troodos, e incluso si ha hecho bastante frío, se puede esquiar.

El punto más alto de la isla es el monte Olimpo con 1.952 metros sobre el nivel del mar, en el cual sólo hay una estación de esquí la Troodos Ski Resort.

Chipre puede presumir de ser uno de los únicos países en el mundo en el que se puede ir a esquiar por la mañana y a la playa por la tarde en un mismo día. 


8. Visitar Kyrenia en la parte turca.

Otra de las visitas interesantes que se pueden hacer en la isla, aparte de pasar a la zona turca en Nicosia es visitar el puerto de Kyrenia, ubicado en la costa norte y con una antigüedad de más de 6.000 años.


Aquí se puede disfrutar de la visita a su castillo, descubierto en 1191, cuando el rey Ricardo Corazón de León derrotó a lsaac Comnenus en su camino a las Cruzadas.

En el puerto se pueden degustar desde mezees de pescado típicos de Chipre, a Dorums y carnes especiadas típicas de Turquía.



9. Pasar una noche de fiesta en Ayia Napa, la Ibiza chipriota.

Si lo que buscamos en nuestro viaje es fiesta, la visita a Ayia Napa se hace imprescindible. Se encuentra a una hora de camino más o menos desde la capital y es conocida como la Ibiza Chipriota.


Encontramos música y fiesta cualquier día de la semana y a cualquier hora durante los meses de verano, cuando sus playas se llenan de turistas, sobretodo ingleses y alemanes.



Aquí no hay excusa para subirse a las barras a bailar en bikini, o para meterse en el agua cubata en mano a esperar que con el remojón se nos pase la taja.


A parte de la fiesta es una de las mejores zonas en cuanto a playas de aguas cálidas y transparentes, pero mejor no visitarla después de una de esas fiestas porque la encontraremos llena de botellas y cañitas flotando en el agua, una pena lo que hacen los guiris con la castaña...


10. Relajarse y darse unos baños en un Hamman

No nos podemos ir de Chipre sin haber probado uno de sus Hammans. El más famoso quizá es el Omerhiye, donde por unos pocos euros podemos pasar una tarde relajada y salir más limpios que los chorros del oro.

En este en concreto te reciben en un ambiente de luces tenues y velitas, y te dan el kit de limpieza, compuesto por una palangana, unas zapatillas, un tanga de papel y una esponja de lufa.

Una vez listos pasas al interior donde vas llenando la palangana de agua caliente y te la vas tirando por encima, mientras que te frotas con la esponja de lufa, que para quien no lo sepa son unas esponjas que rascan bastante y sirven para exfoliar la piel. 
Entre frote y frote podemos estirarnos en unas piedras circulares calientes perfectas para aliviar cualquier dolor de espalda .

Os aseguro que cuando salgais lo vais a hacer flotando y vais a sentir la piel más suave que el culito de un bebé.



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¿ Qué os ha parecido ? Como veis en Chipre se pueden hacer muchísimas cosas, y muchas otras más que dejo que sea el viajero quien las descubra.
Espero que el destino os sorprenda y os deje con un buen sabor de boca, y como se dice en griego "Kaló Taxidi"!! ( buen viaje!).






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