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viernes, 29 de junio de 2012

Abadía de los Templarios, Salamanca

A unos 80 km de Salamanca, rodeado de 100.000 metros cuadrados de naturaleza y en plena Sierra de Francia, se encuentra el Hotel la Abadía de los Templarios, un castillo totalmente construido en un entorno envidiable.



Una vez echa la reserva allí que me fui a conocer aquel maravilloso lugar.

 Al llegar nos hicieron un upgrade, y la habitación que nos dieron era increíblemente grande y estaba decorada y amueblada al más mínimo detalle.


 Tras dejar los bártulos fuimos a probar el restaurante, parte muy importante en este tipo de hoteles!


De primero unos ricos embutidos de Guijuelo para compartir,

 de segundo solomillo de ciervo con salsa de Oporto para mi,

  y solomillo de ternera morucha con verduras para mi acompañante.

 Y de postre un coulant de chocolate con nata y helado de manzana ácida, riquísimo todo!!!

 Después de comer dimos el paseíto de rigor para conocer un poco más el hotel y bajar la estupenda comida que nos acabábamos de meter.





Después del paseo nada mejor que una pequeña siesta y una buena sesión de Spa.

En el Spa no se pueden hacer fotos, así que dejé la cámara en la habitación para disfrutar a tope de la sesión.
Muy relajante pero hacía un poco de frío dentro, lo que hizo que al día siguiente tuviera una bronquitis del copón, pero bueno.

Tras una ducha, llegó la hora de la cena, cogimos el coche para dar una vuelta por el pueblo más cercano y comer por allí, pero como no vimos nada de movimiento, dimos media vuelta y comimos otra vez en el hotel.


Esta vez un tartar de salmón con salsa de cigalas,


unas almejas a la marinera,

 un surtido de carnes a la brasa con patata y verdura,

 y para terminar un rico tiramisú con nata y almendras.


Del 1 al 10, le pondría un 10 a este hotel, tanto las instalaciones, como el servicio,como en la limpieza y en la estupenda comida. Y también por su cómoda cama!! que agustísimo dormimos!!

A la mañana siguiente, y tras un pedazo de desayuno con las mejores vistas, decidimos ir a visitar el cercano y curioso pueblo de La Alberca.