Día 2
Hoy me levanté temprano, ansiosa de ver lo que había a mi alrededor, pero el día amaneció bastante nublado, y tras el desayuno empezó a llover.
Estuvo lloviendo toda la mañana, y yo con las ganas que tenía de sol!!!
Inspeccioné un poco el hotel,
las piscinas,
los estanques de flamencos del hotel...
Cuando por fin salió el sol, planté mi toalla en la playa y empecé a disfrutar del tan deseado sol caribeño.
La tía me enseñó un álbum y le enseñé una foto que era como yo las quería, y me dijo que no había problema, le insistí en que me las hiciera así, pequeñitas y con un peinado muy guapo, y la tía que sí que sí, que no me preocupara que era una profesional.
Empezó a trenzarlas pequeñitas, me las enseñó y guay, pero conforme iba haciendo trenzas, vio que tenía bastante pelo y empezó a quejarse, que si cuanto pelo, que si no veas lo largo que lo tienes, que si conmigo estaba perdiendo el tiempo, total que me las fue haciendo grandes grandes hasta que me las dejó horribles.
( La tía se llamaba Ana y se ponía en la playa del hotel en el lado izquierdo. )
Cuando me dio el espejo, flipé, me había hecho una chapuza que te cagas en la cabeza, me fui enfadada al hotel diciéndole que volvería luego a pagarle, pero cuando me vi bien en el espejo del hotel decidí no pagarle, porque me había engañado y para nada se parecía a la foto que le había enseñado.
A todo esto ya se había puesto a llover otra vez y así estuvo el resto del día, así que me pasé las horas en el bar, con la toalla en la mano, tomándome una copichuelas y haciendo nuevas amistades.
Yo pensaba que se cancelaría por el tiempo pero menos mal que no, porque sabía que era de lo mejorcito que iba a ver en Punta Cana y no quería perdérmelo.
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1 comentarios:
Muy didáctico tu relato Punta Cana es un lugar paradisíaco que tiene múltiples encantos.
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