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lunes, 18 de mayo de 2015

De Brujas a Gante

De Brujas a Gante el trayecto era de media hora y costaba unos 7€, era el momento perfecto para descansar un poco y para que nuestras extremidades volvieran a tener movilidad,



pero cuando ya habíamos entrado en calor había que bajarse para seguir pateando!!



Para llegar al centro de Gante desde la estación de tren elegimos el tranvía y en menos de 10 minutos ya habíamos llegado.



Lo primero que vimos fue el Castillo de Gravensteen, el de los Condes de Gante, construido en medio del río Lys.
Gante es una ciudad estudiantil y el Castillo de los Condes, es el lugar estratégico de los jóvenes estudiantes para realizar sus protestas. Una de las tantas peculiares manifestaciones; realizada por los estudiantes y que provocó una gran polémica en el ámbito social y político, fue que tomaron posesión del castillo con la finalidad de manifestar su desacuerdo por la subida del precio de la cerveza. Ole por estos jóvenes!!





Gante era bastante parecido a Brujas, con el mismo estilo de casas y con esos canales rodeando la ciudad.

En la siguiente imagen se muestra la plaza Sint Veerleplein, con varias terracitas llenas de valientes belgas tomando algo al fresco.


















Llegamos al Groentenmarkt, lugar antiguamente dedicado a las ejecuciones y hoy en día mercado en el que se pueden comprar desde dulces típicos, a mostazas picantes o jamones ganda, los típicos jamones belgas que no tuve el gusto de probar pero que no se yo si superarán a nuestros ibéricos de bellota...


Nos encontrábamos con todo tipo de puestos callejeros, y uno especialmente me llamó la atención por los conos de color lila que vendían.



Me dió a probar uno y....madre mía!!! era la mejor gominola que me había comido nunca!!! obviamente me convenció y me llevé una bolsa...
Se llaman cuberdons, son un tipo de dulce belga, elaborado de almíbar y de goma arábiga y originalmente aromatizado con frambuesa. Si alguien va que me compre una bolsa de kilo por favor...



Mi amiga, más chocolatera que yo, se comió según ella los mejores gofres de su vida.


Seguimos caminando por sus calles con un frío de narices y metiéndonos de vez en cuando en algún restaurante de comida rápida para poder calentarnos un poco porque madre mía que congelamiento llevábamos.

El paseo nos llevo hasta la Iglesia de San Miguel, una iglesia gótica del siglo XV que debería de haber medido 134 metros y finalmente se quedó en 24 metros por razones económicas.

Y más iglesias que ya no sé ni cuales eran, que hartura de iglesias...


Llegamos a la Torre Belfort, dicen que mide 91 metros y que es uno de los campanarios más altos del mundo. Se construyó en el 1313, y se puede subir arriba para contemplar las vistas de la ciudad, aunque nosotras no lo hicimos.


Luego pasamos por Korenmarkt, con su animada plaza justo en el centro histórico de Gante. Aquí es donde se encontraba antiguamente el mercado del maíz y la prisión.





















Al oscurecer decidimos dar por finalizada la excursión por Gante y coger de nuevo el tren hacia Bruselas.


Al llegar buscamos sitio para cenar, entre toda la oferta que te mostraban los restaurantes en plena calle aprovechando las bajas temperaturas.

 Nos dimos una vuelta nocturna por la ciudad.

 No he comentado que Bélgica se podría decir que es la ciudad del comic, y mucha gente hace la ruta de los comics, buscando en las fachadas de los edificios estas grandes obras.
Nosotras nos encontramos con Viktor Sackville de Carin,


y con Broussaille, de Frank Pé.

Para verlas todas y saber su ubicación podéis visitar La ruta de los Comics.


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1 comentarios:

Yo estuve por ahí hace unos meses... Lo que más me gustó fué Brujas, sin duda, volví enamoradita!
No sabía lo de la ruta de los comics, aunque también me encontré con alguno, jejejeje!
Besitos
Elena

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