Mayo 2011
Como pareja que fui de un jerezano ( una y no más gracias) en su día visité algunos lugares de Cádiz, como San Fernando, El Puerto de Santa María, las bodegas Gonzalez Byas, Barbate, los Caños de Meca o la Feria de Jerez.
No son sitios feos para que nos vamos a engañar, pero debido a las experiencias que viví allí son sitios que no creo que vuelva a visitar nunca más.
Una de las atracciones estrella de Jerez es su feria, y aunque a mi las ferias flamencas me dan un poco de alergia, esa primavera me tocó conocerlas de primera mano, qué ilusión...
Fuimos la primera noche para ver lo que llaman El Alumbrado.
Primero tiran cohetes y petardos durante unos minutillos,
Bueno, pues con las fiestas oficialmente ya iniciadas nada mejor que disfrutar como se pueda e irse a una casetilla a comerse unos pimientos fritos, unos pepitos, unas gambitas, y todo por supuesto regado con un finito.
Y para acabar la noche unos bailoteos en las casetas a ritmo de los Ecos del Rocío ( vaya festival...).
Me tocó volver otro día, y esta vez con todo el sol abrasador en la cabeza.
Para los andaluces ricachones con ganas de lucir su traje, su arte, y todo su poderío por toda la feria existen los coches de caballos, que al módico precio de 50-60€ te dan una vuelta completa por el recinto.
Después de más bailoteos a ritmo de sevillanas y de Paquito Chocolatero,
nos fuimos al parque de al lado del recinto donde se estaba celebrando un megabotellón.
ahí estuvimos unas cuantas horas, y otras tantas más en las casetas, que ya a ciertas horas de la noche habían cambiado las sevillanas por housete comercial ( menos mal ).
Como digo a mi las ferias andaluzas me saturan, con tanta sevillana y tanto ozú, y no creo que vuelva más a ninguna, pero bueno otra experiencia más para mi mochila de lugares.
0 comentarios:
Publicar un comentario