Translate

sábado, 24 de febrero de 2007

Múnich. Cervezas y tecnologías

Día 3

Hoy, después de desayunar y bien tempranito, cogimos el metro y nos bajamos en la parada del Olympic Park.



Este parque olímpico nació bajo la sombra histórica y dramática del Estadio Olímpico de Berlín que en 1936 acogió los Juegos Olímpicos bajo el predominio de la Alemania nazi y su figura cumbre, Adolf Hitler. En 1972, unos 36 años después, las autoridades germanas volvieron a organizar el evento olímpico y decidieron darle la espalda al pasado ignorando a Berlín y respaldando el estadio Olímpico de Múnich.

A pesar del intento, la capital de Baviera y el mundo entero, fue testigo en aquel 1972, del ataque fatal sufrido por nueve atletas israelíes en la Villa Olímpica, por miembros de la organización palestina, fue el Septiembre Negro.

A pesar de ello el estadio y la ciudad continuaron, entre otras cosas, con su vida deportiva.Ya en 1972, el olímpico de Munich contaba con un magnífico techo translúcido, en vidrio acrílico, cuya inmensa tela de araña futurista resaltó y sorprendió al ámbito arquitectónico olímpico de la época.

El Olímpico de Munich, con capacidad para unos 63 mil espectadores, es la casa del Bayern Munich y el Munich 1860, así como uno de los lugares predilectos de la selección germana.

Justo al lado del parque estaba el museo BMW, al que por tiempo y por poco interés no entramos.





Cogimos de nuevo el metro y gracias a un mapa que llevábamos con los principales puntos de interés, nos íbamos bajando allá donde recomendaban, como ya era nuestro último día no podíamos improvisar para luego bajarnos donde no hubiera nada.



Tras las visitas esporádicas a los principales monumentos, volvimos de nuevo al hotel ya que teníamos que abandonar la habitación, y con las mochilas en las manos nos fuimos a la Marienplatz a tomarnos las últimas cervezas alemanas.




Nos pusimos en una terracita de la soleada plaza a tomarnos las birras y lo mejor fue cuando fuimos al lavabo.
Llego al baño y veo que el wáter es un poco raro, con unas luces muy extrañas en su lateral, bueno hago lo que tengo que hacer, me levanto y veo que de pronto y sin yo tocar nada la cadena se activa sola ( hasta aquí no hay nada de novedad ya que muchos aeropuertos cuentan con este sistema ) lo bueno viene cuando una vez tirada la cadena, lo que es la taza empieza a girar y de la parte de la cisterna sale como una esponjita humedecida en desinfectante que limpia toda la taza, que a su vez sigue girando, para que no quede nada sin limpiar. " Joooooooooooooder!!!!! tecnología alemana mamá!! " le decía a mi madre y ella flipaba, jejeje!!!


Ese domingo, no sé exactamente el qué, pero el Bayern de Munich ganó algo, y la Marienplatz estaba atestada de seguidores chillando como locos con las banderas y las bufandas de su equipo, y ya se sabe como son esta gente a la hora de celebraciones.....nos daban hasta miedo, con esos bigotes amarillentos y chorreando de cerveza vitoreando al Bayern.....

Después de las birritas al solete nos fuimos a comernos unos showarmas cerca del hotel a un chiringuito de morubis, y después de comer nuestra próxima parada era el aeropuerto.

Y aquí acabo nuestro viaje, con mucha pena y sobrevolando los magníficos Alpes, dejábamos Múnich y sus castillos bávaros para nuestro inolvidable recuerdo.






























Día anterior

0 comentarios:

Publicar un comentario