La última parada del día tuvo lugar en el Lago Salado de Limassol.
Esperábamos ver flamencos y otras aves, pues según la guía de viajes, era el mes indicado y la hora correcta, pero allí no habían animales...
Así que disfrutamos de un bonito atardecer, y echamos un cigarrito mirando al mar antes de regresar a casa.
Había sido un día agotador, así que por la noche poco pudimos hacer, más que llevar a nuestra amiga a cenar por ahí y acostarnos tempranito pues al día siguiente nos esperaba más ruta por Chipre!
0 comentarios:
Publicar un comentario