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viernes, 7 de septiembre de 2007

Playas de Mykonos; Psarou y Ornos

Día 4

Hoy bien tempranito nos levantamos, disfutamos de unas vistas que te cagas desde nuestro balconcito blanco y azul, desayunamos y bajamos al pueblo en el primer bus.



Mykonos desde luego es encantador, con esas casitas todas blanquitas, la playita al lado, los barquitos esperando su turno en el mar,


las cúpulas blanquitas en recuerdo de los familiares...

La pequeña Venecia, con las casitas al borde del mar,

y como no los molinos, que caracterizan la isla.

Bien pues hoy íbamos a hacer rutas de playas, con unas cuantas recomendaciones de parte de los griegos nos fuimos a Fabrica de nuevo para coger los buses, por la mañana fuimos a Psarou, a pocos kilómetros al sur de Mykonos.

Allí nos dimos unos bañitos, y fuimos a Mykonos a comer, no sin antes subir la pedazo de cuesta que había para coger el autobús, "joder con las cuestecitas, si no fuera por la grandeza de la playa no hubiera bajado...".


Comimos la mar de bien y muy barato en un restaurante de por allí, y probé el café griego, malísiiiiiiiimo!!! era agua de cocer castañas!!!.

De ahí otra vez para Fabrica esta vez dirección Agios Giannis, pero con la empanada nos bajamos en Ornos. La playa también estaba guay, y no había casi nadie.

Vuelta y vuelta, y alá se acabó la sesión de playa de hoy, otra vez a coger el bus camino de Mykonos.

Cuando llegamos..." Oooooooooooooohhhhhhhhhhhh!!!", sin haberlo programado estábamos junto a los molinos contemplando como el sol se metía por la playa, dejando una estampa en el cielo espectacular, y ahí estaba yo claro disfrutando como una loca del aquel espectáculo de la naturaleza.

Lo que más me gusta fotografiar son amaneceres y atardeceres, y ese era increíble.


Entre el atardecer y las callecitas tan acogedoras de Mykonos, daba gusto estar en aquel lugar.


Cogimos el bus para el hotel en el Old Port como siempre, para ducharnos y volver a bajar para cenar.

Por la noche las calles las iluminaban con luces pequeñitas todo muy romántico... y cenamos en un restaurante que también nos salió muy bien de precio, si que es verdad que hay restaurantes muy caros pero buscando puedes dar con bastantes a muy buen precio y buena calidad.





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1 comentarios:

Oh, que ganas tengo de ir a Mikonos, que bonito!
La foto del atardecer con los molinos es para morirse, que maravilla!
Besitos
Elena

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