Al llegar y tener delante esta magnífica obra de los romanos te sientes bastante pequeño entre tanto arco.
En total tiene 166 arcos. Desde su llegada a la ciudad hasta la plaza de Día Sanz hay 75 arcos sencillos y a continuación 44 arcadas de orden doble (esto es, 88 arcos), siguiendo después otros cuatro arcos sencillos.
Está construido con sillares de granito asentados sin argamasa entre ellos. Sobre los tres arcos de mayor altura había en la época romana una cartela con letras de bronce donde constaba la fecha y el constructor. También en lo alto pueden verse dos nichos, uno a cada lado del acueducto. Se sabe que en uno de ellos estuvo la imagen de Hércules Egipcio, que según la leyenda fue el fundador de la ciudad.
En tiempos de los Reyes Católicos se colocaron en esos dos nichos la imagen de la Virgen de la Fuencisla (patrona de la ciudad) y San Sebastián. Sin embargo, hoy en día tan sólo se puede apreciar la primera talla.
El 4 de diciembre, onomástica de Santa Bárbara, patrona del cuerpo de Artillería, cuya academia está en Segovia, los cadetes arropan la imagen de la Virgen con una bandera.
La línea de arcos se levanta organizada en dos pisos, con una decoración simple en la que predominan unas sencillas molduras, que enmarcan y estructuran el edificio.
Pues una vez echas cuatro fotos del acueducto y de haberlo contemplado bien, decidimos hacer un picoteíllo de media tarde, un pollo al curry, nada típico de Segovia pero muy rico,
y unas alubias con chorizo riquísimas.
El restaurante Casa Cándido tan conocido lo dejamos para la cena, pero ya lo teníamos localizado, se encuentra justo al lado del acueducto y es famoso por ser uno de los mejores retaurantes de Segovia para degustar un buen cochinillo asado.
y llegamos a La Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos de Segovia, conocida como la Dama de las Catedrales por sus dimensiones y su elegancia, es una catedral construida entre los siglos XVI y XVIII, de estilo gótico con algunos rasgos renacentistas.
La catedral de Segovia es una de las catedrales góticas más tardías de España y de Europa, erigida en pleno siglo XVI (1525-1577), cuando en la mayor parte de Europa se difundía la arquitectura renacentista.
Comenzó su construcción en 1525 según las trazas de Juan Gil de Hontañón; fue financiada por el pueblo segoviano mediante aportaciones de los gremios y sisas del ayuntamiento.
La siguiente parada fue en el famoso también Alcázar de Segovia.
La primera noticia documental que se conserva del edificio data del año 1122, poco después de que Alfonso VI de León reconquistase la ciudad, aunque no es hasta el año 1155 cuando aparece citado con la denominación de alcázar, en una carta custodiada en el archivo de la catedral.
Fue residencia del rey Alfonso VIII. En 1258, reinando Alfonso X, se hundió el palacio cuando el rey se encontraba en su interior.
Fue numerosas veces restaurado y ampliado, posiblemente desde Alfonso X hasta Felipe II. A este último se debe su aspecto actual, su "silueta" lo hace único entre los castillos españoles.
Por dentro era bastante lujoso y para enterarnos un poco de su historia y demás nos cogimos unas audioguías.
Llegamos a la Sala del Trono o del Solio.
La portada que comunica con la Sala de la Chimenea conserva intacta su decoración mudéjar original. Cubre la estancia una armadura ochavada, similar a la destruida por el incendio, que fue labrada en 1456. Por debajo se encuentra un ancho friso de yeso que mantiene su decoración original a pesar de los estragos del incendio.
Los tronos bajo dosel con el blasón de los Reyes Católicos y su divisa "Tanto monta" son obra de principios de siglo. En las paredes se encuentran los retratos de los mismos reyes, que forman parte de la iconografía de reyes encargada por la reina Isabel II. El retrato de la reina Isabel está firmado por Madrazo y el de don Fernando por Montañés.
La vidriera del ventanal representa a Enrique IV de Castilla y es obra del artista segoviano Carlos Muñoz de Pablos, también autor de las vidrieras que se pueden contemplar en las demás salas.
Sala de la Galera
Recibe su nombre del antiguo artesanado que tenía la forma de casco de barco invertido. La sala fue construida por la reina Catalina de Lancáster en 1412, durante la minoría de su hijo Juan II de Castilla. El friso es mudéjar de yeserías con una doble inscripción: la superior con una oración eucarística y la inferior con datos sobre la ejecución de la sala.
En los ventanales se encuentran dos vidrieras que representan una a Enrique III de Castilla y su familia y la otra a Enrique II con escenas de la muerte de Pedro I y Juan II. Uno de los muros está decorado con una pintura que representa la coronación de la reina Isabel la Católica como reina de Castilla y de León en la iglesia de San Miguel de Segovia, obra del mencionado Muñoz de Pablos..
La cámara Regia
En sus muros pueden observarse escenas de la vida en familia de los Reyes Católicos.
La cama tiene una cubierta de brocado tejida en oro.
La cama tiene una cubierta de brocado tejida en oro.
Sala del Palacio Viejo
Su construcción corresponde al reinado de Alfonso VIII. En ella se conservan los ventanales geminados que daban luz al palacio, ya que el muro en que se encuentran era el muro exterior del palacio viejo. Los zócalos de estilo mudéjar situados entre las ventanas proceden de una vivienda del siglo XIII del cercano barrio de las Canonjías. La decoración se completaba con un conjunto de armaduras de tipo alemán del siglo XV.
Sala de los Reyes
Felipe II encargó a Hernando de Ávila el diseño de las estatuas correspondientes a los reyes de Asturias, León y Castilla. Una de las pinturas de la sala es un retrato del propio Felipe II y las otras dos son sendos retratos de dos de sus esposas, Isabel de Valois y Ana de Austria.
Sala de la Chimenea
Corresponde a la ordenación del alcázar en tiempos de Felipe II. El mobiliario es del siglo XVI. En las paredes se pueden contemplar un retrato de Felipe II y otro de Felipe III, un tapiz flamenco del siglo XVI con el tema de los desposorios de Nuestra Señora y una curiosa representación donde se puede contemplar el aspecto del alcázar anterior a la reforma de las techumbres y donde se puede ver, asimismo, la antigua catedral de Santa María que se encontraba emplazada en la actual plazuela del alcázar.
A continuación llegamos al Real Colegio de Artillería, construido el 16 de mayo de 1764, por orden del Rey Carlos III y bajo la dirección del Conde D. Félix Gazola.
Su construcción finalizaba un largo periodo de fragmentación en la enseñanza artillera, convirtiéndose entonces en el único centro de formación para los oficiales del arma.
Por último nos quedaba subir a las torres,
y contemplar las vistas.
Finalizada la visita, ahora si que si era el momento de irse preparando para ese pedazo de cochinillo que nos ibamos a jalar, así que vuelta al hotelillo a prepararnos para la cena.
Nos alojamos en un hostal justo al lado del acueducto con unas maravillosas vistas por un módico precio, todo está siempre en buscar bien por la red.
Y por fin el momento esperado, al llegar al Mesón Cándido nos recibieron con mucha amabilidad,
y nos dieron una mesa justo al lado de la ventana con unas vistas impresionantes del acueducto iluminado.
De primero pedimos unos chorizillos a la sidra riquísimos,
luego una ensaladita de caballa,
Y por fin el ansiado cochinillo asado cortado con un plato, tiernísimo y riquísimo, mmmmmmmmm...
Ya te recuerdan cuando vas al lavabo que sí se te nubla la vista al salir, no puedes ni pestañear, y sientes que vas a explotar, es algo normal...
Después de la cena nada mejor que un paseito para bajarla, y a dormir que el día había sido intenso.
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