
Día 3
Había estado toda la noche lloviendo y tronando y el día amaneció igual, hoy tocaba cambiar de ciudad, de las montañas y los lagos me iba al mar.
Los dueños de la casa se despidieron de mi con unas ricas manzanas recién cogidas del árbol, que majos!!
Recogí mis bártulos y me fui a la parada de autobús.
El primer contacto con el país había sido muy positivo,...