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martes, 16 de junio de 2015

El impresionante Congost del Mont Rebei


Este desfiladero esta catalogado como Refugio de Fauna Salvaje desde el año 2005.  Se encuentra justo entre Cataluña y Aragón, y separa de norte a sur la sierra del Montsec.

Tras dejar el coche en el parking de arriba y pagar 4 euros por ello, emprendimos la ruta.


Un recorrido por el Mont Rebei representa un paseo de 170 millones de años en la historia de la Tierra.

Las paredes y los roquedales del estrecho desfiladero son uno de los ambientes más singulares del espacio, donde crecen plantas curiosas como la oreja de oso y la corona de rey, y anidan rapaces como el quebrantahuesos, el águila real o el buitre leonado.


Además de los acantilados y del río, donde a veces se pueden ver nutrias ( y las vimos!), encontramos una gran variedad de ambientes en función de la laderas. 

Se pueden ver sedimentos acumulados durante ese periodo de tiempo e incluso identificar el momento en el que se extinguieron los dinosaurios, con la posibilidad de encontrar pisadas y huesos, esto si que no lo vimos...


El desfiladero de Mont Rebei es el último gran desfiladero de Cataluña que no ha sufrido los efectos de ninguna infraestructura de transporte, y se mantiene casi intacto, sin ninguna carretera o línea eléctrica que  lo cruce.


Hay varios recorridos a seguir, según las ganas y las horas que le queramos dedicar, si se quiere hacer todo el recorrido entre ida y vuelta se ha de calcular unas 5 horas, e ir bien equipado con agua y comida, cosa que nosotras no hicimos, nos quedamos sin agua y tuvimos que dar la vuelta antes de tiempo.


El camino va variando según vamos avanzando, hay tramos planos y con herradura excavado en la roca que permite disfrutar de una manera muy espectacular este lugar.


Si se llega al final del recorrido, nos veremos recompensados por las impresionantes vistas que se obtienen desde los escalones en zigzag.


La reserva de la Fundación protege casi 600 hectáreas en la vertiente catalana: el mismo desfiladero y las orillas del río ( donde vive la nutria ), los acantilados ( hogar de grandes rapaces ) y parte de la vertiente umbría del Montsec d'Ares ( cubierta de robles ).

Al cruzar la sierra del Montsec, el río Noguera Ribagorzana ha creado un inmenso conjunto de paredes verticales y el desfiladero que se abre al sur en un anfiteatro de acantilados impresionantes.


Discurre por el fondeo de un cañón de hasta 500 metros de altura, con lugares donde la anchura no pasa de 20 metros.
Es el último gran desfiladero del país en estado casi intacto, pero que a la vez se puede visitar con facilidad.


Nos había faltado subir al otro lado del congosto, pero como ya he dicho no nos aprovisionamos con la cantidad suficiente de agua, así que somos media vuelta y volvimos al parking.

Si se hace esta ruta desde el inicio hasta el segundo puente son unas tres horas de caminata, que para nosotras, poco acostumbradas a estas rutas, ya estaba bien.

Se pueden consultar otras rutas por el Congosto aquí

Después de la excursión vuelta al hotel Terradets a relajarnos en su inmenso lago y a disfrutar de  una buena cena.

Al día siguiente nos esperaba el parapente!!!


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